jueves, junio 22, 2006

UNA NOTA SOBRE LAS REDES ECONÓMICAS, LA CONSTRUCCION DE LA NORMA DE DISTRIBUCION A TRAVES DE LA TEORIA DEL VALOR Y LA CONFORMACIÓN DE LA DESIGUALDAD SOCIAL.


Alfredo Mora Heredia*[1]


Consideraciones Iniciales.
La sociedad moderna es arto compleja para su estudio y más cuando deseamos establecer de qué manera este conglomerado de individuos interrelacionados por las redes económicas, Hogares, Estado, Organizaciones y mercados, lleva consigo a desigualdades sociales. Qué misterio existe dentro de la estructura social que conlleva a la existencia de explotados, excluidos y en sí a desigualdad entre familias y más ante el proceso globalizante tan agobiante para algunas naciones donde se incrementa su desigualdad ante las grandes potencias. Qué explicación subyace bajo este constante decremento de bienestar e igualdad entre individuos confrontantes de esta sociedad moderna.
El presente documento lo considero como una introducción al problema de la desigualdad social, el cual está ordenado en cuatro apartados. En el primero se establece una visión muy general sobre las formas sociales. En el siguiente, se presentara la norma de atribución exhibida por el Doctor Enguita en su libro: “El engranaje de la desigualdad, explotación, discriminación y exclusión”. De tal manera estos dos capítulos permitirán una Explicación pertinente para entender la conexión que existe con la desigualdad social, esto es, para localizar y tratar de entender las causas de las diferencias sociales. Finalmente, en el apartado último, estableceremos cómo la desigualdad social se incrementa, así como la transformación de las formas sociales dentro de la globalización.

I. Una Visión Sintética de las Formas Sociales.

El hombre a través del tiempo ha buscado la manera de entrar en contacto permanente con sus similares para intercambiar sus productos, defenderse de las inclemencias del tiempo y por supuesto para perpetuar la descendencia. Pero para tal efecto, ha sido necesaria la construcción y/o establecimiento de formas sociales que conformen la sociedad, en principio simple, pero ahora ya transformada en una sociedad tan compleja como la que existe actualmente.
Existen infinidad de maneras de interrelación entre los individuos en función del tipo de relación que se establezca y el motivo de la misma: desde hacer patente ser dueño de una tierra (mediante la violencia, o de manera más afable mediante convenios sobre la división de la tierra entre varios individuos), hasta el establecimiento de formas de cortejar a la posible mujer con la cual perpetuará su especie. Sin embargo, 4 figuras son esenciales a través del tiempo en la formación de la sociedad primitiva hasta la actual. Tales son: el hogar, el estado, e intermediando dentro de ellas, las organizaciones y el mercado. [2] Dentro del hogar nos encontramos la familia que es la célula básica. El hombre, al nacer, ya se encuentra inmerso en algún lugar dentro del grupo familiar. Por ejemplo: el primogénito, el cuál tendrá ciertos privilegios sobre los demás hijos que nazcan y/o le sucedan a él. De tal manera, la familia es una institución social universal. La familia, entendida como hoy es vista, es el resultado de un largo proceso evolutivo, cambiante por los propios procesos sociales. Por ejemplo, con las sociedades agrarias surge la familia patriarcal la cual concentraba un gran número de funciones y era prácticamente autosuficiente, funcionaba como micro sociedad. La dinámica de las transformaciones acabó imponiendo en la sociedad industrial y hasta la modernidad un nuevo modelo de familia nuclear y consanguínea.
Huelga decir que muchas de las funciones existentes en las familias y/o hogares en estado simple, como ser dueños de medio de producción y tierra, han sido pérdidas así como otras que han pasado a manos del Estado dentro del contexto moderno en el cual se desenvuelve el grupo doméstico.
De tal manera, el Estado es la segunda forma importante e inherente a toda sociedad moderna. El Estado lo podemos definir como un entidad natural y necesaria, conformado por grupos de personas, siendo éstos las familias nucleares y si vamos más a profundidad, las familias consanguíneas, en donde este conjunto de individuos con diversos intereses y necesidades instaurarán dentro de ciertos límites territoriales establecidos, todo un conjunto de reglas y procedimientos los cuales serán respetados por cada integrante de las familias asentadas en dicho territorio. Por lo tanto, el Estado debe ser la expresión genuina de la sociedad a la que debe servir, y debe representar los intereses comunitarios, sin tener en cuenta qué forma de gobierno adopta, ni los apremios circunstanciales. Es importante destacar la relación exacta que existe entre el estado y la comunidad, ya que no es un episodio externo a la misma, él mismo es el núcleo central, el cerebro, el sistema nervioso de la sociedad; es decir, que una comunidad sin estado, no tendría conciencia de sí misma y carecería integralmente de dimensión histórica. En tal contexto, el Estado es el heredero de esa conciencia social, es el hilo conductor de la misma en el presente hacia el futuro. En el centro de estas esferas sociales se encuentran otras dos, las organizaciones y el mercado. Éstas tienen la finalidad de movilizar, producir y asignar los recursos económicos. En este sentido, el estado sería una organización, asumiendo ciertos rasgos del mercado, pero muy imperfecto desde el punto de vista economicista actual. Por lo tanto, las organizaciones no sólo las entenderíamos como estructuras formales constituidas por la división del trabajo y/o alineamientos segmentados de complejas organizaciones, sino que son, en el sentido estricto de la palabra, instituciones[3]. Abarcaría desde el sindicato de petróleos mexicanos, pasando por la transnacional Coca-Cola hasta las ya muy comentadas instituciones financieras internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio, por mencionar algunas. Por otra parte, el mercado sería aquel en el cual concurren oferentes y demandantes de lo más diverso en bienes y servicios, tales como un tour en toda España, fuerza de trabajo, dinero, divisas, una Coca-cola, un picasso, un mundial de fútbol, etc. Dentro del cual, el que determinará el favorecido de dicho bien o servicio, es el precio. Si observamos detenidamente, en el mercado aparecen las familias, las organizaciones y muchos intercambios diversos, por lo tanto, tendremos las organizaciones al lado del mercado. Las relaciones que se producen en el mercado son relaciones entre organizaciones. Al lado de las organizaciones se encuentran las ocupaciones y finalmente podemos introducir los clanes, las estructuras asociativas, los sistemas de relaciones industriales, como formas múltiples de regulación que se entrelazan entre sí.
II. La Norma de Distribución.
En la modernidad sigue existiendo un gran debate en torno a la teoría del valor-trabajo. Desde nuestra óptica, Marx dejó una obra inacabada; y de la parte que más o menos terminó sólo publicó una pequeña fracción. Esto puede dar lugar --de hecho, lo ha dado-- a interminables discusiones literales sobre qué es lo que dijo o quiso decir en tal o cual pasaje.
El que Marx dejara su trabajo incompleto dio pie a muchos marxistas y no marxistas para intentar por su cuenta desarrollar los resultados marxianos. También me parece insuficiente limitarse a leer y releer a Marx, aunque sea, desde luego, necesario. Pero el problema es que muchos de los que pretendieron continuar el esfuerzo realista de Marx por encontrar respuestas a preguntas relevantes para la ciencia social sólo supieron añadir a la conceptualización iniciada por él, construcciones inconsistentes sin dirección alguna.
Ahora bien, el Doctor Fernández Enguita establece algo relevante al formular una norma de la distribución a partir de la teoría del valor-trabajo y por supuesto tomando algunas aportaciones interesantes de los neoclásicos. En tal sentido, establece una norma de atribución, buscando resolver un problema acuciante: la justicia de las pautas de la distribución tomando en consideración parte de la explicación inacabada dada por Marx y tomando algunos principios integrados dentro del cuerpo doctrinario neoclásico tal como el valor-escasez, la teoría de la formación de precios y del bienestar.
Ahora bien esta norma de atribución es para dos tipos de bienes económicos: los factores de la producción y los recursos naturales. Huelga decir que, desde la óptica marxiana, los recursos naturales no son bienes económicos debido a la nula existencia del trabajo en ellas, sin embargo, si tomamos el principio de escasez, claro que lo son, debido a que es un bien escaso y se rige por las leyes del mercado el cual le asignará un precio acorde a su grado de abundancia o escasez. Lo mismo sucederá con la fuerza de trabajo, dependiendo de su grado de abundancia se le asignará un precio mercantil con el cual podrá satisfacer sus necesidades básicas, de esta manera no existiría explotación, porque a cada factor de producción se le asigna su precio justo. Así, la teoría neoclásica da por supuesto que no hay otro valor posible que el precio, lo que equivale a decir que éste es el precio justo. Esto es, no puede haber explotación mientras haya voluntariedad en las transacciones y competencia en el mercado. Si el valor es, en general, producto de la escasez, entonces el valor particular de cada bien dependerá de su escasez particular.
En tal contexto de paradigmas teóricos, el Doctor Enguita, establece su enfoque teórico en el cual, trabajo humano directo mide su contribución en tiempo de trabajo realizado (presente); se retribuye en calidad de esfuerzo; porque es alternativo a inactividad y ocio y se remunera como salario. Su precio real depende de la escasez, si es por cuenta propia o más relación de fuerzas, si interviene en producción cooperativa. Del mismo modo, según Enguita, los medios de producción producidos miden su contribución en tiempo de trabajo acumulado (pretérito); se retribuyen en calidad de privación; porque es alternativo a ahorro y consumo y se remunera como alquiler o interés. Su precio real depende de la escasez, si es alquilado o prestado o más relación de fuerzas, si interviene en producción cooperativa. [4]
En lo concerniente a la naturaleza, dentro de esta norma de atribución, es fuente de riqueza ya que aporta valor, no importando que no tenga trabajo pasado dentro de su forma inalterada por la mano del hombre.
III. De las Formas Sociales y la Norma de Distribución: Las desigualdades Sociales.
En la modernidad el problema de la desigualdad social es acuciante llevando al individuo a tener incertidumbre y una sensación de desarraigo, preguntándose ¿cual es la razón de existir en situación de desigualdad? Pregunta a la que ni la propia religión le da respuesta. Empieza a perder su identidad, de ser parte de algo sin serlo. Dentro del seno familiar encuentra desigualdad; a su vez, la gran organización, el Estado, proveedor de los mínimos de bienestar ya no lo es, mientras el mercado el asignador correcto de lo que a cada uno y cada cual debe darle, le da menos mientras el pastel es más grande. Todo esto lleva a un quiebre de la misma organización social, las representaciones colectivas, el sentido de pertenencia y la trama de ligazón social. El individuo ante tal incertidumbre piensa que mañana se vivirá peor que hoy; en la cotidianeidad diaria vemos rostros desencajados con caminar monótono rumbo a su trabajo, escuela, etc. Viendo la vida como una gran carretera de incertidumbre la cual no tiene fin alguno. Ya para ellos el sentido de Nación pierde su vigencia. Esto hace evidente la crisis e incertidumbre en las formas sociales las cuales en su metamorfosis con la modernidad, conllevan a mayor desigualdad. Recordemos la euforia y los buenos augurios del post-industrialismo que ahora se transforman en incertidumbre, en cómo hacer factible el acceso de todos los individuos a un nivel de conocimiento e información aceptable. En el caso de la Internet, su uso es muy limitado en algunos sectores de la población y mucho más en países en vías de desarrollo en donde la brecha digital es mucho más amplia. Desde esta perspectiva, el uso de las nuevas tecnologías tiende a provocar un cambio en la estructura social. En esta sociedad del conocimiento y la información, surgen dos nuevas clases sociales: personas que poseen conocimiento e información y aquellas sin posesión y acceso a ella.
De esta forma, la importancia capital del recurso información, del acceso a las redes globales del conocimiento definen en buena medida el acceso a la plena ciudadanía, las capas sociales que se ven privadas o aisladas en el mundo global de los flujos de información se constituyen en verdaderas áreas de exclusión social. Esto implica que los viejos esquemas conceptuales de análisis propios del capitalismo industrial y post-industrial, se rompen. Como secuela a esta situación, es factible la ruptura de la cohesión social, dualizándose la sociedad entre aquellos que forman parte de las redes productoras de la información y conocimiento y los que están al margen de estas redes. Esto nos conduce a una mayor desigualdad.
En el hogar, en la actualidad detectamos mayor desigualdad entre géneros y generaciones, en el grupo familiar son relegados a segundo término, la mujer sigue sin tener la igualdad esperada con el hombre. Sale a trabajar, puede tener un puesto directivo dentro de una organización, pero al regresar a la esfera familiar es relegada, minimizada, discriminada, ya sea por los padres en el caso de ser hija de familia, por el esposo si está casada, y en ciertos casos por los propios hijos ya mayores. Por su parte, la población de mayor edad crece y es relegada por los hijos, y nueras que los tratan como inútiles. Mientras, en la organización estatal, los adultos mayores, llamados así gubernamentalmente, y los discapacitados no tienen acceso a los servicios sociales que les brinden niveles mínimos de bienestar. Esto, por supuesto, crece en cada territorio, en cada nación. En los países subdesarrollados, este incremento es más grave llevando a este grupo de individuos a mendingar en la calle. De tal manera, la distribución de leyes es discriminatoria. No obstante, siendo el Hogar y el Estado redes inclusivas es casi imposible salir de ellas, si por alguna razón, más bien por las muchas razones existentes, se desea salir.
Dentro del mismo orden de ideas, la organización productiva de la misma manera establece desigualdades sociales, discriminación y explotación. Produce más explotación que discriminación. La mujer es discriminada en el acceso a mejores trabajos, a excelentes salarios y por supuesto en algunas organizaciones sólo es vista como un objeto de adorno, quizás sexual. Ahora bien, uno de los factores fundamentales asociados al aumento de la desigualdad es la dinámica transformación en la organización del trabajo. La incorporación de nuevas tecnologías al proceso productivo está asociada a la eliminación de numerosos puestos de trabajo. A los puestos de trabajo con alta tecnología sólo tendrán acceso aquellos con un alto nivel de conocimientos científicos – técnicos – informáticos, mientras los desplazados, la gran mayoría, se colocarán en empleos de menor calidad y salario. Ahora bien, las transformaciones en la organización del trabajo no sólo están provocando el aumento en los niveles de desigualdad, sino en la aparición de un nuevo fenómeno social, la exclusión de la participación en el ciclo productivo. A diferencia del capitalismo industrial tradicional, que incluía a todos a través de vínculos de explotación y dominación, este nuevo capitalismo tiene una fuerte tendencia expulsora, basada en la ruptura de los vínculos. La exclusión del trabajo es la base de una exclusión social más general, como menciona Castells una des-afiliación[5] con respecto a las instancias sociales más significativas. Esto provoca una modificación fundamental en la estructura de la sociedad, que estaría pasando de una organización vertical, basada en relaciones sociales de explotación entre los que ocupan posiciones superiores frente a los que ocupan posiciones inferiores, a una organización horizontal, donde lo importante no es el lugar en la jerarquía sino la distancia con respecto al centro de la sociedad. Por lo tanto el conocimiento en la globalización se vuelve un poder por sí mismo en constante cambio, llevando a construir un nuevo tipo de sociedad de instituciones, de políticas, de medios, de relaciones económicas, de organización del trabajo y por supuesto nuevas formas de capitalización.[6] Derivándose una dura crítica de esta manera de ir conformando una nueva sociedad con desigualdad y exclusión. Y, finalmente, el mercado, que teóricamente es el asignador correcto de los precios, dista mucho de serlo debido a la existencia de mecanismos normativos por parte del Estado para establecer prohibiciones a monopolios y oligopolios, los cuales se apropian de la producción de determinado bien económico y por supuesto dentro de los cuales se encuentra la naturaleza. Por ejemplo: Puerto escondido en Oaxaca México, es un bien el cual es parte de todo individuo nacido en México, siendo el ciudadano mexicano. En estado natural, la apropiación sería violenta entre familias, ahora media el estado el cual es el protector del territorio y de lo que en él existe. Existirían dos formas para recibir cada ciudadano parte de lo que le pertenece en el puerto mencionado anteriormente: exigiendo una parte de esa tierra (siendo esto imposible en la actualidad) o mediante la venta de ella por el estado y distribuyendo esa paga en monetario entre los nacionales vía mejoras de servicios públicos en donde sí existiera la justicia en venta del pedazo de naturaleza, vía mercado. Sin mediar otra cosa que la mano invisible, el precio de esa riqueza sería mucho mayor al precio pagado, un intercambio desigual que en cierta medida sería explotación hacia todo nacional. Huelga decir que aquí se asigna un precio político a la tierra quizás en beneficio de un monopolio. En tal sentido, ya el trozo de tierra pasa a ser propiedad privada implicando ahora que su acceso sólo será posible mediante el pago de un precio asignado por sus dueños. De la misma manera, la fuerza de trabajo es un bien económico que se remunera dependiendo de su escasez. Teóricamente el mercado asigna su precio justo (tal vez sea correcto): exceso de mano de obra baja el precio, la mano invisible, las leyes del mercado. Si esto fuese así, no existiría explotación, en todo caso desigualdad distributiva de la riqueza producida por los factores de la producción y la naturaleza. Pero entonces, ¿por qué el salario no alcanza para comprar la canasta básica para satisfacer las necesidades propias y las de la familia?, ¿qué hay de trasfondo ahí? En primer lugar, el productor compra todo a precio de mercado, ley de oferta y demanda, pero cuando vende el producto, el precio lo aumenta un poco. El vendedor, al sacar el producto al mercado, lo eleva un poco más implicando un precio mucho más alto el que tiene que pagar un trabajador común y corriente al hacer su compra. He aquí el misterio que dificulta acceder a una canasta de precios justos. Esto indica una apropiación del salario del individuo a través del precio del bien económico en el mercado. En tal contexto hablaríamos de una explotación diferente a la entendida por Marx.[7]
Para Marx, la explotación es, en el sector productivo, en donde el capitalista se apropia del plusvalor extra generado por el obrero. Mientras que desde esta óptica, la explotación se da en el proceso circulatorio. Se trata de la apropiación de un excedente creado por el trabajador, ¡sí! pero estafado en el mercado y no en la organización. Dirían las voces desde la organización: “el mercado te da libertad de elegir la compra del producto o servicio prestado por nosotros”. Diría el consumidor: “si eres un monopolio y/o oligopolio y necesito tu bien económico tengo que comprarte al precio al cual me vendes tu coca cola, mientras yo te vendo a precio de mercado mi fuerza de trabajo.”
En tal contexto, las diferencias sociales no son generadas por las propias formas sociales, sino más bien por la manera en que interactúan los propios individuos dentro de ellas: mediante sus acciones, sus intereses, sus privilegios y permitiendo la generación de contrastes sociales.

IV. Consideraciones Finales: El Incremento de la Desigualdad en la Sociedad Moderna.
La globalización es un factor importante que está contribuyendo en gran medida al incremento de las diferencias sociales. Las nuevas interrelaciones entre los miembros de las sociedades conlleva a la disfuncionalidad de las figuras sociales: familia, estado, organización y mercado. La organización nacional es desplazada por la transnacional, el wal mart arrasa al pequeño negocio, esto es, el mercado interno es ahora subsumido al internacional, mientras el estado queda maniatado en su accionar a las organizaciones internacionales, en donde ya los Estados-nación reducen las funciones. Ahora la política pública se desenvuelve en un contexto de privatización de la práctica social del estado, generando graves consecuencias en el bienestar de muchas familias. Por su parte, el mercado mundial impulsa el crecimiento y destruye puestos de trabajo; permite financiar la economía pero limita los márgenes de maniobra presupuestarios de cada país; multiplica las riquezas pero aumenta las desigualdades hasta lo intolerable. Las democracias liberan a los individuos, pero atomizan el cuerpo social y deshacen las solidaridades. Fallan simultáneamente las instituciones que hacen funcionar el vínculo social y la solidaridad (la crisis del Estado social), las formas de la relación entre la economía y la sociedad (la crisis del trabajo) y los modos de constitución de las identidades individuales y colectivas (la crisis del sujeto). Además, las desigualdades cambian de naturaleza, marcando de un modo inédito la sensibilidad a las diferencias. En donde detectamos dos tipos de desigualdades: las "persistentes ó históricas" (Distribución del ingreso, Vivienda, salud, educación….) que se profundizan; y las nuevas formas, experiencias individuales, que no salen en las estadísticas, (desigualdades ante el trabajo y la condición asalariada, incluso ante la capacidad de endeudamiento, las molestias urbanas, las conductas inciviles, las consecuencias de la implosión del modelo familiar, y las nuevas formas de violencia). Movilizadas por la dinámica de la desocupación o de la evolución de las condiciones de vida, son vividas dolorosamente, aunque sea de manera silenciosa en el arduo caminar de la vida cotidiana.
Referencias Bibliograficas.
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Amin, Samir, (1987): ¿Cómo funciona el capitalismo? El intercambio desigual y la ley del valor, México, Siglo XXI
Ayala Espino José Luis (1992): Limites del mercado, limites del estado, México, I.N.A.P.
Beck, U. (1998): ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización, Barcelona: Piados.
Bourdieu, P. (1998): «La esencia del neoliberalismo», Le Monde diplomatique, edición española, número 29, marzo/abril, pp. 1 y 4.
Castells, M. (1998): La era de la información: Economía, sociedad y cultura, Alianza Madrid.
Dob, Maurice. (1978): Teorías del valor y de la distribución desde Adán smith, ideología y teoría económica, México, Siglo XXI.
Duncan K. Foley. (1989): Para entender el capital, México, F.C.E.
Fernández Enguita Mariano. (1999): El engranaje de la desigualdad, explotación, discriminación y exclusión, España. (Manuscrito no publicado)
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Hirschman Albert. (1977) Salida Voz y Lealtad, México, F.C.E.
Garengani y otros. (1979): Debate sobre la teoría marxista del valor, México, siglo XXI.
Negri, T. (2001): «La compleja organización del mercado mundial. El “Imperio”, supremo estadio del imperialismo», Le Monde diplomatique, edición española, Año VI, nº 63, Enero p. 13.
Marx Carlos. (1976): El Capital, volumen 1, México, F.C.E. capitulo 1.
Stern Claudio. (1982): La Desigualdad Social, México, SEP, Diana.
[1] * Licenciado en Economía y maestrante en PYMEs y Economía Social.
[2] Fernández Enguita Mariano. (1999)
[3] Ayala Espino José Luis (1992)
[4] Fernández Enguita Mariano. (1999)
[5] Castells, M. 1998
[6] Alonso Luis 2002
[7] Marx Carlos. (1976)
”UNA MODERNIDAD CON INCERTIDUMBRE” NOTAS REFLEXIVAS SOBRE LA ACTUACION DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.
**Alfredo Mora Heredia

Consideraciones Generales.
Es obligado admitir que estamos viviendo tiempos de cambios acelerados, evidenciados a través de acontecimientos como crisis del Estado de Bienestar, globalización, crisis de los partidos de clase, conformaciones de nuevas organizaciones, surgimiento de la nueva economía, nuevos movimientos sociales, terrorismo, la aparición de nuevas enfermedades víricas, el incremento de delincuencia callejera, la violencia de genero y las nuevas tecnologías con su impacto en la modernización de los medios de información. En relación directa con todos estos acontecimientos los medios de comunicación tienen un papel muy relevante en la sociedad actual. Es por ello, que en los ámbitos cotidianos de las relaciones simbólicas que permanentemente producen los medios habituales de comunicación entre emisores y colectividades, es donde diariamente se construye, se reforma, se destruye el gobierno y/o al partido político, se modifican patrones de conducta, se imponen modas, estatus, se erigen climas de opinión y demás actitudes en la sociedad moderna.
En este sentido, se coexiste con una realidad agobiante y de incertidumbre y quizás de mucho miedo por su complejidad e inconmensurabilidad. Y más complejo se vuelve cuando los medios de comunicación dimensionan la información creando en la sociedad mas agobio del realmente existente.
En el marco de la situación antes descrita, en el presente documento pretendo establecer de manera breve algunas reflexiones en torno a los medios de comunicación y su incidencia en el proceso de creación de los climas de opinión en la sociedad contemporánea.
1.- Globalización y Medios de Comunicación.
1.1.- De la desintegración a la Integración. “El Nuevo Orden Mundial”
El mundo en el cual pervivimos viene sufriendo una serie de transformaciones, afectando: las relaciones económicas, el poder y su conformación, los procesos de construcción de las identidades nacionales, las organizaciones y su papel social, la tecnología y la modernización de los medios de comunicación, La pérdida de la soberanía de los estados, transnacionalización de las actividades del ocio y la cultura, Todo concebido dentro de un entorno globalizado.
De esta manera, trae consigo la transformación del capitalismo. El industrialismo queda atrás, el parte aguas, la crisis sistémica de los años 70 en todas las economías occidentales. Esta transformación del viejo proceso productivo trae consigo un cambio acelerado, de una economía cerrada a la globalización económica. Las inversiones crecen de manera extraordinaria, se conforma un sofisticado mercado financiero a escala global, en el cual será tal la armonía funcional que se podría comparar a la de un reloj de alta precisión. Pasamos de una sociedad industrial, basada en la producción y distribución de bienes, a una sociedad post industrial[1] basada en el conocimiento y la información. Es el nuevo sistema económico cuyos protagonistas principales son las corporaciones multinacionales y el mercado sin fronteras.
1.2 - Los medios de Comunicación en el nuevo orden mundial.
En la era de la globalización, la industria de la comunicación se transforma y expande; las técnicas de los medios se estandarizan y son similares en cada uno de los países; la fibra óptica, la nanotecnologia, los satélites y las redes informáticas hacen posible este fenómeno[2].
Dentro de este nuevo orden mundial, la competencia por la primicia informativa al momento se endurece, la información se convierte en una preciada mercancía, debido al inmenso mercado con el cual cuentan ahora. Esta mercantilización de la noticia hace que se caiga en la tentación de informar rápidamente sin contrastar bien la información, en tal sentido la posibilidad de error o de deformación en la noticia se hace evidente, ante tanto sensacionalismo con verdades a medias se busca captar audiencia y porque de la penetración del medio se derivan beneficios comerciales. Siempre se busca la espectacularidad de la noticia y no el rigor de la información. En la actualidad, con la multiplicación de los medios de comunicación se asiste a la sofisticación de la presentación del noticiero, del evento, del programa, de las películas, no dejan de afinarse las técnicas de persuasión para vencer la barrera del ruido, para atravesar los millares de incitaciones publicitarias que nos asaltan cada día, para neutralizar nuestra desconfianza y lograr incrustar en nuestra mente un mensaje muy preciso. Tal es el caso de comercialización de la boda real española a varios países fuera del continente europeo[3]. Por tanto los medios de comunicación transforman la particular manera de ver el mundo, induciendo a comprar determinados bienes económicos y si no lo haces quedaras aislado. Se crean estatus, comportamientos, maneras estandarizadas de ver la vida. Se crean los grandes mitos de la modernidad, juventud, felicidad, ocio, dinero, belleza, poder sexual con el solo hecho de comprar determinado producto. El individuo se convierte en un objeto más; por ejemplo la mujer queda encerrada en una palabra que, la mayoría de las veces, no la reconoce sino como objeto de placer, sujeto doméstico y de consumo. Por ejemplo: “se una chica palacio” versa un anuncio del palacio de hierro, tienda de modas en México, o aquel que dice “compro ahora existo”, "Eres lo que contemplas, porque cuando no piensas con imágenes te vuelves inarticulado".
En suma, los medios de información se vuelven la guía de cómo comportarse en esta sociedad de la información, se crea un ideal virtual de la realidad del entorno en donde se pervive. Los medios de información son el “pan de cada día” con ellos despiertas, comes, cenas, duermes. Ellos crean una realidad virtual de felicidad, agobio, de fatalismo y de incertidumbre. De igual manera, en los medios de comunicación, se visualiza cotidianamente la violencia a través de los dibujos animados, las películas, la publicidad, las corridas de toros; los noticieros cargados de dramatismo, confusión, espanto e incertidumbre[4]; como ejemplo tenemos los eventos acontecidos el 11 de septiembre de 2001 con las imágenes de las torres gemelas derribadas, los trenes destruidos en los atentados terroristas en Madrid el 11 de marzo del 2004, las torturas a iraquíes en mayo de 2005, imágenes repetidas obsesivamente y convertidas con rapidez en el símbolo del tránsito de una sociedad confiada a una recelosa y con mucho miedo en el futuro. Empero esto no significa que los medios de información sean negativos, simplemente es dejar claro la incidencia que tienen en los climas de opinión tan pesimistas y a veces tan exaltados ante los eventos del acontecer diario. El caso de la sangre contaminada, el de las vacas locas, la neumonía atípica, los usos de la energía nuclear, la contaminación de mares por petróleo, y las amenazas de recalentamiento del planeta, son situaciones reales que a veces se magnifican y solo se presentan verdades a medias en las cuales se crean climas de opinión quiméricos.
De esta manera se hace evidente la influencia de los medios de comunicación en los comportamientos de los individuos y en los climas de opinión[5] en esta sociedad globalizada, en donde es difícil distinguir entre lo real y virtual o bien percibido y tomado como una realidad absoluta.
2.- Medios de Comunicación y Escándalos Políticos.
Uno de los eventos delictivos con un alto grado de violencia incluido dentro del escándalo político es el terrorismo, una acción delictiva, destinada a aterrorizar por medio de la violencia directa contra personas inocentes o propiedades, ya sean privadas o publicas, con intención de coaccionar e intimidar a gobiernos, sociedades o individuos con propósitos políticos, ideológicos, religiosos y culturales. Su objetivo causar el mayor daño posible y propagar el terror en la sociedad. En la actualidad el terrorismo es llevado a cabo en muchos países, España. Estados Unidos, Colombia, medio Oriente, etc. Ahora bien, ¿que papel juegan los medios de información masivos en estos eventos de violencia? El terrorismo siempre busca causar el máximo miedo posible en las personas ante esto es necesario la existencia de un testigo, de alguien que de fe de tal evento. Los medios informativos son los encargados de establecer ese vinculo entre el acto terrorista y la sociedad, pero sabemos que la mediatización del evento conlleva siempre un sensacionalismo el cual dimensiona el suceso creando en el receptor climas de opinión tan llenos de miedo, agobio e incertidumbre, que siempre son parciales y relativos[6]. Y mas se dimensiona el acto violento con la globalización de los medios informativos, así en instantes con la fibra óptica, los satélites, la noticia recorre miles de kilómetros para instalarse en el aparato receptor de cada hogar en el mundo casi al instante de ocurrido tal acto terrorista. Ahora bien si sabemos que los individuos despiertan, duermen, comen, perviven con los medios de información estos rápidamente identifican como una verdad absoluta toda esta cantidad de datos, símbolos, interpretaciones, juicios y de imágenes incorporándolas como una realidad suya y así da sentido a su percepción de la vida cotidiana y futura que les espera.
A partir de lo antes señalado, los actos terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y en Madrid, el 11 de marzo de 2004, Los medios informativos con imágenes cruentas, repetitivas y con un alto grado de espectacularidad magnificaron el horror teniendo un impacto en la sensibilidad del espectador, siendo ese uno de los grandes aportes que hace la mediatización del suceso al terrorismo, porque con ellos adquieren la capacidad de atraer la atención del gran público sobre sus actos. De esta manera, el nuevo orden mundial, los medios de información y la violencia en todas sus expresiones se ligan estrechamente. Por una parte la globalización establece nuevas reglas las cuales son impuestas desde las esferas gubernamentales y financieras de las naciones desarrolladas, y siempre son en detrimento de las naciones subdesarrolladas. Ejemplo: la euforia y los buenos augurios del post industrialismo, se han transformado en incertidumbre a medida que las desigualdades sociales y económicas se acrecientan en lugar de disminuir[7], Y Como secuela a esta situación han surgido grupos como los globalifóbicos los cuales se hacen presentes en cada reunión realizada por las instituciones financieras. (FMI., BM., O.M.C.). Ante esto ya son un acontecimiento mundial[8]. Son centro de atención de los medios de comunicación.
Los medios de comunicación masiva no buscan explicaciones a tal evento violento, presentan las consecuencias, el evento final, las causas que lo originan pasan a segundo plano. El acontecimiento final es el que importa y se magnifica se trata como tema de suspense, de intriga, de difusión de atmósferas de la tecnología de punta, como la utilizada en el film, el día de mañana.
El evento, o noticia transmitida en los medios de información se transforma en un espectáculo, llevando a las personas a no distinguir entre la realidad y la ficción, creando climas de opinión de incertidumbre y miedo en el futuro que les depara[9].
3.- Del Escándalo Político al Voto de Castigo.
La gestación de los climas de opinión a través de los medios de comunicación genera una total desconfianza en los gobiernos, en los partidos políticos, llevando a establecer los votos de castigo. Esto es, tiene repercusión en la intención del voto de los electores[10]; el Estado pierde legitimidad por esa falta de eficacia en combatir los eventos políticos delictivos ya que es la institución encargada de prevenir los riesgos sociales que permanecen ocultos. En el mismo orden de ideas el caso español es un ejemplo interesante, el Partido Popular, probablemente, perdió las elecciones del 14 de marzo por su imprudente apoyo a Estados Unidos en la invasión a Irak y haber disfrazado los hechos acerca de quién había sido el responsable del atentado de Madrid días antes de las elecciones, Esto genero que los climas de opinión de los votantes fueran bastante alterados[11] llevando a la aplicación de un voto de castigo al gobierno del partido popular. El “efecto contagio maltusiano” [12]se hizo evidente. Gran parte de la opinión pública del país estableció un voto de castigo al partido popular en las elecciones de marzo y completando la repulsa con lo sucedido en las elecciones europeas del 13 de junio.
5.- Consideraciones Finales.
Vivimos en una sociedad compleja en donde la globalización es un factor importante que está contribuyendo en gran medida a la generación de nuevos desafíos políticos, sociales, económicos, culturales, científicos, tecnológicos, estos evidenciados a través de problemas tales como los nuevos movimientos sociales, el desempleo, xenofobia, crisis del sistema educativo, subempleo, miseria, las molestias urbanas, las conductas incivilizadas, las consecuencias de la implosión del modelo familiar y las nuevas formas de violencia. De la misma manera los propios progresos de la ciencia y la tecnología plantean problemas y suponen riesgos, las incertidumbres ligadas a los organismos modificados genéticamente, los problemas que plantea la reproducción asexuada, la posibilidad de la clonación humana, la contaminación ambiental, etc. Es evidente, vivimos en una sociedad compleja y la duda a como afrontar el cúmulo de problemas existentes tiende a incrementarse. Ese es el entorno real en el cual pervivimos, más sin embargo los medios de comunicación presentan el suceso a su manera, magnificándolo, utilizando el sensacionalismo, la publicidad; para hacer del suceso algo similar a una película de acción, de suspense, de amor, de ciencia ficción, de terror, etc. En tal sentido los contextos violentos, por lo regular, inducen a teatralizar y generalizar las experiencias desagradables o trágicas. Esto lleva a las personas a vivir en la máxima desconfianza, por ejemplo la exacerbación de la delincuencia en ciudad de México, lleva a los habitantes de las zonas residenciales a aislar doblemente sus casas, se rodean de guarda espaldas y se aterran ante la propia sombra, la fobia social se hace presente. La ciudad, el antiguo campo de las sensaciones de libertad, es progresivamente de los otros y es cada vez más el reino del otro y de lo otro, aquello que dejó de pertenecernos cuando aceptamos por lo pronto asilarnos en el miedo[13].
En tal contexto, es evidente la necesidad de una vinculación mas estrecha entre gobiernos, instituciones, sociedad civil y medios de comunicación, en la cual estos últimos deberían tener una actitud mas comprometida con la sociedad y no solamente con la rentabilidad de la empresa.
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Periódico.
El país varios días, España.
El mundo varios días, España.



[1] Bell, D. 1976
[2] Castells, M. 2000

[3] El País, “Más de 160 cadenas de todo el mundo retransmiten la boda real” El país sábado 22 de mayo de 2004.
[4] Penalva, C. (2002)
[5] Gil Calvo Enrique, (2003)

[6] Nota propia. En México a raíz de los atentados terroristas, en los medios de comunicación masiva prevaleció la improvisación sobre el tema, los seudo especialistas tenían una vaga idea sobre el mundo árabe se convirtieron de la noche a la mañana en expertos sobre el tema. Debatían y daban juicios precarios sobre el terrorismo mientras los conductores no atinaban a definir terrorismo, guerra, enemigo. En no pocas ocasiones llegaban a establecer sinónimos entre árabes, musulmanes y terroristas, creando mayor incertidumbre y xenofobia en el espectador.
[7] Martin Hans-Peter y Harald Schumann, (1999
[8] Andrew Jacobs, “El clamor contra el G-8 pone a prueba la hospitalidad sureña”, The New York Times americana, en el País, jueves 27 de mayo del 2004 p.7
[9] Pardo Pablo, “Al Qaeda planea un gran ataque en EEUU para el verano”, El Mundo, jueves 27 de mayo del 2004, p. 22.
[10] Gil Calvo (2003)
[11] A través de las noticias leídas en los periódicos, el país y el mundo, desde mediados de mayo hasta el 14 de junio, cerrando con la noticia: El PESOE ratifica la victoria del 14-M” aparecida en el país, establezco empíricamente esta conclusión.
[12] Gil Calvo (2003)
[13] Benjamín R. Barber, “El liderazgo como mentira: terrorismo y política del miedo”, El País, 31 de marzo del 2004.

** Doctorando en Sociología. Correo electrónico: moheal@gmail.com
LA IMPROVISACIÓN DE POLÍTICA ECONÓMICA Y EL PROBLEMA DE LAS CRISIS FINANCIERAS RECURRENTES. (EL CASO 94-95)
**ALFREDO MORA HEREDIA.
Introducción.
La crisis suscitada a principios de la década de los ochenta estuvo íntimamente relacionada con el quehacer dentro de la esfera política, con una nueva elite gobernante que llega a revolucionar el viejo esquema económico cuyo sustento en un patrón de acumulación por sustitución de importaciones[A] evidencia su agotamiento desde la década de los setenta. En este contexto, para 1994 la continuidad del modelo de acumulación neoliberal puesto en vigor en la administración de Miguel de la Madrid Hurtado (1983-1988), trae consigo el manejo forzado de políticas macroeconómicas apremiantes para mantenerlo vigente. Ello representando posponer una devaluación del peso ya anunciada desde fines del primer trimestre de 1994, donde es notable la fragilidad del modelo de acumulación neoliberal ante los compulsivos eventos políticos, denotándose su marcada vulnerabilidad. En donde, finalmente, la política económica adoptada no lograra frenar la estampida de capital externo llevando por tanto a la devaluación del peso, como a la grave crisis financiera por todos percibida.
Establecido lo anterior, en el presente escrito se determinara que la estrategia de política económica adoptada en 1994 por la élite gobernante, fue errónea, teniendo un impacto considerable en la crisis cambiaro-financiera. Llevando al extremo de poner en riesgo la gobernabilidad del país.

LA ESTRATEGIA DE POLÍTICA ECONÓMICA ADOPTADA EN 1994 Y SU IMPACTO EN LA CRISIS CAMBIARIO-FINANCIERA DE 1994-1995.
La devaluación registrada en diciembre de 1994, era una crónica anunciada desde fines de marzo de 1994, merced la cada vez mayor dependencia de la economía mexicana al capital externo[B]; radicando aquí la viabilidad y vulnerabilidad de modelo de acumulación neoliberal. El gobierno Mexicano ante la salida de divisas y la contracción de la entrada de capital, decide implementar ciertas medidas macroeconómicas para continuar con el programa neoliberal hasta el fin del sexenio. Para erradicar la salida de divisas se decide indizar deuda pública al dólar y emitir una cantidad mayor de estos instrumentos, (tesobonos) permitiendo esto mantener inalterada la política cambiaría, esto es, sostener de manera artificial el mercado cambiario; llevando esto a incrementar la sobrevaluación del peso; alcanzando en marzo un índice de 37.89%[C] Esta apreciación del peso concita el incremento del déficit de la balanza comercial, aunado a la reactivación que se hace de la economía a través de la expansión monetaria, conllevando esto el incremento de las importaciones de bienes de capital e intermedios por parte de la industria nacional. La apertura económica intensifico la competencia en los mercados internos llevando a incrementar significativamente el contenido importado de la producción nacional, explicando esto el exceso de importaciones, mientras las exportaciones continuaban sin poder crear las suficientes divisas para solventar ese gran déficit comercial, incrementándose el mismo de 1993 a 1994 en un 40.21% [D]
En el mismo orden de ideas, la inyección de liquidez al sistema también implico disminución de tasas de interés, ayudando a seguir deteriorando la balanza de capitales debido a que el incentivo a invertir en la economía Mexicana disminuía, aunado al riesgo prevaleciente en el momento. La disminución del superávit de la balanza de capital significaba no poder seguir financiando el gran déficit en cuenta corriente[E], acentuándose con el transcurrir del tiempo hasta niveles insostenibles. Por lo tanto ante esto las políticas macroeconómicas van a lograr en el corto plazo mantener artificialmente a flote la economía ya que los aspectos adversos en balanza de pagos no se resolvían, por el contrario, con el tiempo iban en aumento, y en cualquier momento llevarían a la insolvencia de pagos.
El 20 de diciembre de 1994 la nueva administración (zedillista) ante la salida masiva de divisas, decide ampliar la banda de flotación del peso en un 15.3%; pasando de 3.4712 a 4.0016 pesos, con la idea de mantener en el futuro el desliz de cuatro diezmilésimas, comprometiendo esto el mantener vigente el programa neoliberal Salinista en su administración. La ampliación de la banda de flotación no logra disminuir los ataques especulativos en contra del peso, llevando mas bien al aumento de la incertidumbre en el inversionista nacional y extranjero, asociado a la inestabilidad política y el incremento inexorable de las cuentas externas, siguiendo por lo tanto la constante salida de capitales, destacando la inyección de 4,543 millones de dólares por parte de Banco de México para cubrir la demanda de divisas[F]. Ello acarrea una caída de las reservas a 6,600 millones de dólares a fines de diciembre.
Por último, ante el agotamiento de las reservas internacionales, la contracción de la inversión extranjera motivando a su vez la disminución del superávit de la balanza de capitales, sin recursos para solventar el déficit en cuenta corriente. El 21 de diciembre se decide dar por concluido el régimen cambiario de bandas e iniciando el de libre flotación el 22 de diciembre. La devaluación anunciada desde fines de marzo, es llevado a cabo, pero no como la que pudo acontecer a fines del primer trimestre de 1994, con una recesión de menor magnitud, reconociendo la no funcionalidad del modelo neoliberal en al economía mexicana. Por el contrario se toman políticas macroeconómicas imprudentes, guiando a la economía a una crisis económica de vastas dimensiones, con grandes costos en términos de desarrollo, empleo y nivel de vida.
.

CONSIDERACIONES FINALES

El presidencialismo en México sigue siendo dañino para la economía Mexicana, en donde todo el poder para hacer y deshacer lo tiene una sola institución, -la Presidencia- siendo esta una de las causas importantes de tantas crisis económicas recurrentes en los últimos veinte años. En cada crisis económica ocurrida tiene algo que ver el gobernante en turno, en donde para mantener viables sus planes económicos, o bien intereses personales y partidistas se recurre a políticas macroeconómicas cuya funcionalidad es efímera, llevando con el tiempo a devaluaciones de grandes magnitudes así como la conversión de estas en grandes crisis financieras.
En 1994 de aplican políticas macroeconómicas, que sobra decirlo fueron de índole electorero, en donde se pretende evitar la constante fuga de capitales y con ella la descapitalización y recesión económica; con ello viabilidad al modelo de acumulación neoliberal, dando pauta para la confianza de la población en las bondades virtuales de este; permitiendo así aspirar a un triunfo seguro, el candidato priísta en las elecciones presidenciales de agosto de 1994. Huelga decir, si de antemano se sabe el fracaso del plan económico neoliberal el partido oficial (PRI) pudo haber perdido las elecciones.
Concretamente, la crisis económica desde nuestro punto de vista nos muestra dos consideraciones relacionadas que dieron precepto para su gestación.
a) la inoperancia del Modelo de Acumulación Neoliberal en la Economía Mexicana.
b) La existencia de un Presidencialismo intransigente.
Retomando la primera reflexión, el patrón de acumulación neoliberal, no funciona en la economía mexicana debido: 1) nula existencia de mecanismos en la política neoliberal para poder conciliar crecimiento económico, baja inflación y sector externo, [G]en donde se puede apreciar, en todo el sexenio Salinista, un crecimiento aceptable y baja inflación pero unas cuentas externas deplorables; implicando esto una insolvencia de pagos a la larga y 2) La incapacidad de enfrentar las eventualidades sociopolíticas como las acontecidas en todo 1994. En lo tocante a la segunda consideración, esta se verifica a partir de la implementación de las políticas macroeconómicas impuestas en 1994 para darle viabilidad al modelo económico neoliberal a costa de todo y esto debido a la nula existencia de un poder legislativo fuerte que oponga resistencia a las decisiones del ejecutivo.
En el mismo orden de ideas, implicando (a) y (b), en 1994 al tratar de reactivar la economía con las políticas macroeconómicas, transferirán a un mayor deterioro de las cuentas externas, llevando a su estrangulamiento irremediablemente; y esto debido a los problemas estructurales [H]de la economía Mexicana traídos desde décadas atrás.
Ahora bien, de persistir las dos consideraciones mencionadas, tarde o temprano volverá a producirse lo mismo de 1976, 1982, 1986 y 1995, otra crisis económica.
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[A] Véase: Sosa Sergio, “el crecimiento a través de la sustitución de importaciones, El caso México”, Economía informa, Abril de 1987, pp. 27-32.

[B] Desde estas fechas, y hasta fines de 1994 se escriben varias notas indicando sobre el gran aumento de la dependencia del capital externo, una de estas notas es la es la de Quintana Enrique “cuidado con el Sector Externo” Sección Negocios de Reforma, 28 de Septiembre de 1994, p. 18A.
[C] Estimación propia a partir de información de Banxico. Se tomo como base 1989.
[D] Banco de México, Indicadores económicos, años 1994 y 1995.
[E] Como secuela a esto, se suscita, la firma de una nueva carta de intención con el Fondo Monetario Internacional , donde México se compromete a la aplicación de un programa de austeridad como los puestos en practica desde 1976, se anuncian de nueva cuenta, los ajustes presupuestarios, recortes al gasto público y el combate a la inflación
[F] Quintana Enrique, “Los errores de diciembre” Reforma, Sección negocios, 20 de diciembre de 1995, p.21.
[G] Confróntese, esto, con las cifras emitidas por Banxico. Indicadores económicos varios años
[H] Valenzuela José, F. “Los problemas básicos” en: El capitalismo mexicano en los ochentas.

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